domingo, 23 de diciembre de 2007

Villancicos y desatinos

En algunas calles de Barcelona las luces de Navidad se colocan a finales de octubre. Dado que en la actualidad se nos pide que ahorremos energía, es algo que para mí constituye un misterio indescifrable. Un día veremos puestas las bombillas al volver de la playa. ¿Y qué me dicen de algunos villancicos –canturrios al fin y al cabo- con los altavoves a todo volumen?
Esta tarde, comparando inspirados villancicos franceses e ingleses con lo más representativo de nuestro repertorio, me he entretenido con estos enigmas:


-"En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna". ¿Todo a la vez? Un sorprendente fenómeno metereológico.

-"En el portal de Belén en invierno es primavera", como aquel anuncio del Corte Inglés.

-"Ande, ande, ande, la marimorena". ¿Alguna vez han visto una discursión que ande? ¿Cuántas patas tiene un enfrentamiento? Mmm.

-"Hacia Belén va una burra... Yo me remendaba... yo me eché un remiendo, yo me lo quité". Absurda es la labor de quien remienda para quitar el remiendo, así una y mil veces. Tal vez alguien espere conseguir el premio a la Alta Costura por su obstinada labor.

-"En el portal de Belén han entrado unos ratones y al bueno de San José le han roído los calzones". Es curioso que llevándolos puestos, no se diera cuenta, ¿o los dejaba colgando por ahí? Cuando se es un viva la Virgen, suceden cosas embarazosas.

-"Pero mira como beben los peces en el río". Esto es lo más asombroso, peces con sed bebiendo en un río, cuando sólo toman agua los peces de mar y no por la boca, sino a través de la piel, por ósmosis. Pero el letrista estaba pez en la materia.

-"Ya vienen los Reyes por aquel camino, ya le traen al niño sopitas con vino". En fin, si se entera la autoridad competente, los Reyes serán encarcelados de inmediato por corromper a niños induciéndoles al acoholismo.

-"Campana sobre campana, y sobre campana tres". Cuento en total cinco campanas de iglesia, una encima de la otra. Para hundir la torre, cargarse el patrimonio arquitectónico y dar la campanada.

-¿Y eso de llamar a un niño "Ay del chiquirritín, queri-queridín, queridito del alma" para provocarle eructos y flatulencias? Un trauma que el infante arrastrará toda su vida; no les quepa la menor duda.

-No obstante, se detecta una alusión relativa al espíritu emprendedor en los negocios: "Y si quieres comprar pan más blanco que la azucena, en el portal de Belén la Virgen es panadera". Este asunto del pan tiene mucha miga: Observen que tan pronto llegan, abren una panadería. Espero que tengan licencia fiscal y paguen impuestos como yo.

-Especialmente desagradable es cantar entre risas y champán "Y nosotros también nos iremos, tururut, y no volveremos más". No le veo la gracia. Dan ganas de acelerar el proceso de irse para nunca más volver.

- Aunque hay más ejemplos de esta guisa, no deseo aguarles la fiesta. Me despido con esta alusión al mundo de la música que aparece en "El burrito sabanero", una burrada de villancico: "Con mi burrito voy cantando, mi burrito va tocando". ¿Lo ven? La soprano, con problemas de sobrepeso, canturreando montada encima del pobre pianista, que se pisa la lengua mientras la soporta y acompaña, todo a la vez. Indignante.



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